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domingo, 8 de mayo de 2011

Principio y Final - infinita Venus

Treinta cantos Venus
cientos y miles de sensaciones
los preceden o suceden
poesía, artificio y verdad
nostalgia, alegría, penas, deseos
y una oda final para coronar-
te
la cereza del postre
no por esto lo mejor.
Si te mezclase entre todas las voces
fácilmente te perdería,
entre cuentos y anécdotas,
pero siempre Venus te encontraría,
en una contradicción,
te
compararía-
te
enumeraría-
te
para que sigas existiendo
casi sin darme cuenta,
y a propósito.
Fin y principio,
para comenzar
no es necesario haber terminado,
para terminar tubo que haber un principio,
y si no, infinita Venus.

lunes, 2 de mayo de 2011

Desde lo profundo de un insondable abismo en el fondo del mar trepan desgarradores gritos de sirena, cantos de lamento que suben como burbujas por el agua y estallan en la superficie del ponto dejando ser escuchados por los oídos de aventurados navegantes de casual paso. Un océano de dudas se cruza por lo ondo de los marineros que miran a su capitán, viejo lobo de mar, conocedor, sabio comandante de la nave, en busca de una respuesta que aparte el miedo lo ven, palabras que desvanezcan el terror y permitan seguir con la tarea que a cada cual se le ha asignado: atar los cabos, arriar las velas, limpiar la cubierta. Las miradas piden ansiosas una solución al nuevo problema que emana del líquido para poder surcar la mar con las mismas fuerzas que momento ha. En un inaguantable impulso el primer oficial se acerca al sabio que con su mirada clavada en el horizonte desde el timón se dispone a escuchar: __¡Capitán!, ¿Acaso el canto de las sirenas no es dulce miel que atrae a quién lo escucha al endulzar sus oídos y capaz de hacer que hasta el más cuerdo se zambulla con tal de seguirlo, a sabiendas de que más luego será devorado por el en apariencia bello ser que lo profiere, y no esta hiel en el viento que miedo da? ¿Qué monstruoso animal o bestia puede causarle esta pena sin que pudiese evitarlo? Se hiela la sangre de solo pensarlo.  
El capitán sin despegar la vista de la inalcanzable linea curva, ni las manos del timón, respondió preguntando: __¿Acaso tu nunca te has enamorado de quien no debes?
El oficial comprendió y a sus compañeros el pequeño sermón transmitió, y estos con renovadas fuerzas siguieron haciendo. El viento comenzó a soplar y el barco a vela hinchada no pudo más que continuar surcando el mar.

lunes, 25 de abril de 2011

Por pasillos laberínticos interminables, indescifrables murallas de alturas incalculables, tenebrosos senderos de espesa visión, escaleras agobiantes enroscadas con escalones del tamaño de personas por los cuales trepo de uno en vez. Temo encontrarla a la vuelta de cada esquina, o tal vez verla danzando entre reuniones de gentes de su misma calaña, al compás de musicales notas a extremado volumen, la imagino apareciendo de entre una multitud de seres espectrales en plena fiesta a media luz, para estar y no estar, especie de alucinación, suerte de personaje de esquizofrenia, tan real y tan irreal, tan verdadera y tan falsa, tan atractiva y tan repugnante, tan de este mundo y tan fantástica, tan fantasmal es Venus. 

lunes, 18 de abril de 2011

Venus, la liebre y la tortuga

Llega un punto en la vida de toda persona en que debe tomar el toro por las astas. Claro que dentro del ruedo no es lo mismo que fuera de él, todos somos toreros hasta que sueltan al bravísimo y furioso toro. Que, dicho se de paso, con furia, ocasionada en gran parte por su cautiverio y en gran parte también por los gritos a voz viva que bajan desde las tribunas donde está la multitud enardecida, que quiere ver correr sangre, de más está decir que no importa de donde o de quién o de qué brote esa sangre, si del toro, si del torero, si de alguien del público mismo, eso es lo que menos interesa, lo que importa es que brote y que mane y que se enchastre en lo que encuentre a su paso tiñéndolo de vivo color rojo.
Ahora que hablo de toros, toreros y ruedos eso me recuerda a una historia en la que no había ninguno de estos elementos: La fábula de Venus, la liebre y la tortuga.
Un día de verano dice que estaban todos los animales del bosque reunidos en un claro y entre ellos Venus la princesa del bosque encantado. No había dicho que era un bosque encantado, pero sí era un bosque encantado, había hadas, gnomos, unicornios y demás animales fantásticos, algunos muy bellos, otros no tanto y otros directamente mejor ni nombrarlos, a estos seres nadie los había invitado a la reunión en el claro del bosque, pero el unicornio se enteró y se lo comunicó al resto de los seres fantásticos los cuales muy ofendidos por no habérselos tenido en cuenta decidieron marcharse del bosque, lo cual trajo como consecuencia inmediata que el bosque dejara de ser bosque encantado y se convierta en bosque, lo que no viene al caso pero es anecdótico. Por su parte Venus y el resto de los animales normales, comunes y corrientes seguían reunidos en el claro sin ni siquiera notar la ausencia de los otros. Entonces tomó la palabra la liebre y dijo: __ ¡Animales del bosque! ¿Quién quiere jugar una carrera?
Pero ninguno dijo nada, porque todos sabían que la liebre era el animal más veloz. La liebre entonces insistió:
__ ¡Vamos! ¿Quien quiere jugar una carrera? ¡Al que quiera le dejo ventaja! Entonces desde lejos y casi desde el piso se escucho una voz que dijo:
__ ¡Yo juego la carrera!
Todos los animales se corrieron y entonces se asomó la tortuga que repitió:
__ ¡Yo le juego una carrera señor liebre, y para hacerla más entretenida quien pierda perderá también la vida!
La liebre tragó saliva y aceptó el reto.
El resto de la fábula es obvio, la liebre le gana por kilómetros a la tortuga porque claramente la tortuga es el animal más lento después del caracol y era imposible que ganase dicha disputa. Así que tal como se había pactado, y como todos sabían de antemano, la tortuga perdió la carrera y luego la vida. Fin.

Moraleja: Triste final para la pobre tortuga, divertido y alegre para los que querían ver sangre. 

lunes, 11 de abril de 2011

Venus y las flores vampiro

“Había una vez”, así empiezan muchos cuentos, muchas historias empiezan por "Había una vez", esta también.
“Había una vez una niña que cortaba flores en el bosque”, así también empiezan algunas historias, con niñas que cortaban flores, esta historia no empieza así. En esta historia las flores cortaban niñas y bebían su sangre y desparramaban sus órganos por los senderos de un hermosísimo bosque de pinos, eucaliptos, y arbustos de variadas especies. El resto del bosque era como cualquier bosque normal, con pájaros, cuises y topos, lo único raro eran esas flores vampiro que nadie sabía que existían y por eso siempre obtenían alimento. El bosque queda por el camino viejo de Mar del Plata a Miramar, casi a mitad de camino.
Entonces, un día. Siempre los cuentos siguen con que pasa algo "un día", este cuento también: Un día aterrizó un platillo volador en el bosque y de él descendió una niña extraterrestre. Obviamente las flores vampiro no hicieron excepción y se abalanzaron sobre ella y bebieron su sangre verde. La ingesta del viscoso líquido que daba vida a la venusina hizo que estas flores alcanzaran un tamaño mayor aun que el de los árboles más altos del bosque. Enseguida las hermosas vegetales partieron hacia la ciudad de Mar del Plata en busca de víctimas. Lirios, rosas, venus, orquídeas, margaritas y otras tantas llegaron a la ciudad y comenzaron a aniquilar a todas las personas que se cruzaron en su camino porque a esa altura querían beber cualquier tipo de sangre, jugaban al carnaval entre la sangre y los cuerpos destazados, se sentían invencibles y de hecho lo eran. Fin.

lunes, 4 de abril de 2011

Improvisación I

Porque así es Venus: revolución. Inalcanzable, porque por su naturaleza, una vez alcanzada, Venus deja de ser lo que es. Así es ella: sensual, atractiva y coqueta a la distancia; aburrida, rutinaria, cansina cuando es un hecho. 
Por primera vez la escuché y como sucede con el canto de las sirenas a quien lo oye me hipnotizó, ya nunca pude dejar de seguirla ni de buscar su voz. A veces me despista y no se por donde encontrarla, pero se que se va con otros cuando no está conmigo.
En parte es violenta, ella no puede dejar de ser así, porque así es ella: destructiva, guerrera, altanera.
Algunos han dicho como conquistarle, muchos son los que quieren alcanzarle y tantos son los llegan a enfrentarse con otros por sus caprichos muchas veces justificados, muchas veces no. Pero ni unos ni otros parecen darse cuenta que es La prostituta. Se da al mejor postor y tarde o temprano, después de provocar un enorme placer en quien la halló, se levanta de la cama y se va, seguramente para acostarse con otro y con otro y otro y otro. 

lunes, 28 de marzo de 2011

Perdí a Venus en una partida de ajedrez. Hermosa como de costumbre, estaba mirando mientras mi contrincante y yo jugábamos. Íbamos tres a tres  en el tanteador de partidas y con la que se estaba dando definíamos un mini campeonato que habíamos armado ya hacía más de una semana. Solo se daban los encuentros si después de trabajar, por las tardes, íbamos a aquél centro cultural. Ese día, el de la final, casualmente en el lugar también estaba Venus, o quizá no por casualidad, pero en fin, ella miraba y comentaba con poco atino pues no sabía jugar. Antes de empezar las partidas convenimos en apostar un par de Palermo pero los dos sabíamos sin mencionarlo que el premio mayor era la diosa que sola desde un lado nos observaba.
El tiempo pasaba y el tablero se iba quedando sin piezas, al final un movimiento que hice inclinó la balanza hacia mi oponente, luego de algunos más, en sus comentarios, ya empezaba a saborear su victoria y mi derrota. Venus sonreía y yo ya no percibía el brillo con el que, hasta cuatro o cinco jugadas atrás me miraban sus ojos, brillo que sí notaba cuando miraba a mi rival, lo que me desconcentró aun más del juego. El jaque mate no se hizo esperar, el sotreta me ganó la partida ese día. A la semana siguiente fui a la milonga y los vi llegar del brazo, esa noche pagué mi apuesta. A las dos semanas ya no se los veía juntos.

lunes, 21 de marzo de 2011

Estaba en casa, durante toda la mañana me busqué obligaciones y tareas, iba y venía como aturdido de un lado a otro pensando en hacer algo, tareas de la escuela, conseguir otro empleo, sentía ansiedad y mal humor, sabía que de algo me olvidaba. De repente vino a mi el por qué de tantas idas y vueltas sin destino. Era el día que había elegido para ir con Venus. Hace una semana había puesto este día como tope para verla, ya que hacía bastante tiempo de la última vez. Entonces busqué su teléfono y la llamé. Una voz suave y dulce atendió en el teléfono. Concertamos una cita para después de las ocho. A esa hora saldría de la escuela porque decidí faltar a una de las materias, si no, hubiese salido a las diez. A pesar de descubrir el por qué de las idas y vueltas seguí aturdido. El día siguió, dejé algunas actividades de lado y me fui de casa para hacer otras, fui a la escuela, cursé y salí rumbo a lo de Venus. Llegué a la dirección que anoté cuando hablé por teléfono, era un pequeño edificio, vi que el timbre que de Venus tenía un corazoncito rojo, 2do "D", de dulce, así se refirió ella. Llamé y esperé un momento. Una muchacha flaca, teñida de rubio, despeinada, con buzo con capucha, gins y zapatillas abrió la puerta, me hizo pasar y comenzamos a subir unas escaleras. Entonces le pregunte tímidamente: __ ¿Venus? Un tanto risueña e irónica me dijo que no. Llegamos a un departamento en el 2do piso y entramos a un pasillo. Prendió una luz violeta que tiñó todo de este color, me mostró una habitación y me dijo:
__ Esperá, ahora la llamo a Venus __ Se fue, yo comencé a ponerme cómodo, dejé las cosas de la escuela, un bolso y una bolsa que llevaba, me saqué la campera y dejé todo en una silla que estaba en un rincón. Por el pasillo se escucharon unos tacos que se acercaban. Entró una chica con mini falda escocesa, y corpiño:
__ Hola, yo soy Venus__  dijo __ y me beso en la comisura de los labios.
__ Hola. __ dije yo.
__ Bueno. __ dijo ella.
__ Qué __ dije yo.
__ Yo cobro 30 o 50 completo.
__ Ah, __ dije entonces__ cobrá 30.
__ Bueno, te cobro ahora.
__ Ok__ contesté. Busqué mi billetera.__ Tengo cincuenta, ¿tenés cambio? __ pregunté. Tomó el billete y mientras salía del cuarto dijo:
__ Por ahí está el baño, preparate que ya vengo__ fui al baño y me lavé, mientras pasó ella por fuera y dijo:
__Papi te espero en el cuarto.
__Bueno, ya salgo__ contesté. Me sequé, salí del baño y entré en la habitación.
Con la ropa puesta comenzamos a besarnos…

lunes, 14 de marzo de 2011

Deseo obsceno

Pienso un deseo y el deseo sos vos
Deseo obsceno del excitar
Deseo del Chupar y del lamer
Deseo obsceno del frotar y del morder
Deseo del rozar y acariciar
Lo único capaz de liberar al genio fue un deseo
Deseo deliberado y pensado
Deseo animal
Deseo obsceno

la piba y el guacho van
van de la mano...
la piba y el guacho van
van abrazados...
una piba y un guacho
te cabe
no te cabe
la piba y el guacho
van de la mano
van abrazados

sábado, 5 de marzo de 2011

A más de uno seduce

A más de uno seduce
ese contoneo
de un lado a otro
el meneo
él es el hermoso y sensual,
angelical
bonito y sublime
sabe atraer las miradas
Venus apenas su esclava
del gran amo y señor
que supo cosechar tantos nombres:
cola, culo, trasero...
hoy en boca de mujeres y hombres

lunes, 21 de febrero de 2011

Antes eras cool

antes eras cool
antes de ser sexy,
y de empezar a usar wellapond
y tener el pelo suave
antes eras cool
porque te reías de mis chistes malos
anche porque no usabas ropa ajustada,
ni escotes, ni vestidos
entonces yo podía mirarte a los ojos
antes eras cool,
¿pretendes que te trate como antes?
algunas cosas han cambiado
antes eras cool
y hoy sos cool y sexy también

lunes, 14 de febrero de 2011

Venus tiene miedo
Miedo de que los demás piensen que es trola
y que no lo es
Ella piensa lo que quiere
Piensa que no es una trola
y no le importa lo que digan los demás
Ella hace lo que quiere
Hace como una trola,
se viste trola,
camina como trola,
habla con voz de trola
le encanta verse trola
Ella es la más trola
pero no es trola
porque no quiere ser trola
es trola sin serlo
es y no es trola
en ella es trola y no es trola
a Venus no le importa lo que digan los demás
ella sabe que su papel es de trola
y que bien le sale.

lunes, 7 de febrero de 2011

Al poco tiempo cayó la gota que rebalsó el vaso: Venus se fundió. No tuve mejor idea que llevársela al mecánico del barrio, en Parque Peña, pasando Parque Camet, por ruta 11, camino a Santa Clara del Mar. La revisó el hijo del mecánico, “el Ezequiel”, un pibe al mejor estilo cumbiero, uno de los siete u ocho hijos del “Negro Brazil”. Alguna vez habíamos jugado al futbol de niños,  los niños tienen esa capacidad de amigarse y desamigarse, cuando sos niño de un momento al otro podés ser el mejor amigo de uno en una cuadra y al otro día tu mejor amigo es alguien de la escuela o de enfrente de tu casa, o uno que conociste en la plaza o en la playa hace diez minutos. Así  de esa forma un día habíamos sido amigos. Cuando desarmó la moto vi que usaba muchos golpes y fuerza pero como era el hijo del mecánico se la confié. Pasé a los dos días y encontré que la moto estaba a la intemperie y así estuvo una semana, no le metía mano muy seguido porque había conseguido trabajo como  pintor de obra en Santa Clara del Mar.
Cabe mencionar que volví a empezar terapia, esta vez con una psicoanalista que me recomendó Venus. Pasé de una terapia frente a frente a recostarme en el diván. Una experiencia casi alucinógena de a ratos.
Como no tenía trabajo y para no perderle rastro al hijo del mecánico porque ya empezaba a desconfiar de sus habilidades, fui a trabajar con él en pintura. A demás tenía la idea en mi cabeza de una especie de retorno al barrio, quería revivir los lazos con los vecinos, moverme en la cotidianidad de lo suburbano: ir al almacén, cruzarme con algún vecino a chusmear, jugar un picadito de fútbol en un baldío.
A los pocos días de empezar a trabajar en Santa Clara el muchacho a modo de confesión me contó que era ladrón de motos y autos, y que se gastaba todo lo que ganaba en drogas: cocaína, marihuana, pastillas y alcohol. También me dijo que se iba a Bs. As. porque había conocido una chica hija de un policía y que a demás tenía un arreglo con otros policías de allá para robar coches. Su parte era “cortar” el vehículo, abrirlo, arrancarlo y llevarlo hasta el lugar donde lo desarman. Cuando le dije que él no necesitaba hacer eso, que no tenía por qué salir a robar, me contó que acá debía plata, que en su casa no podía vivir más y la remató con los ojos vidriosos, casi con lagrimas diciendo: Yo ya estoy jugado.
De más está decir que mi sueño de revivir los lazos vecinales se desvaneció y se perdió como el humo de un cigarro en el viento (linda comparación) y que  decidí sacar la moto del taller y llevarla al service oficial, mi cabeza quería estallar en mil pedazos. ¿Qué había pasado con los pibes del barrio? ¿Dónde estaban mis amables vecinos que me daban azúcar o yerba para el mate así no tenía que ir hasta el almacén? ¿Qué pasaría con Venus? Entonces, solo entonces, me di cuenta que la casa del Negro Brazil y su taller era un rancho con partes de autos dando vuelta, con varios perros sucios y algún que otro sarnoso. Después me enteraría que había estado preso y que al salir de la cárcel, donde le habían enseñado mecánica, se armo ese rancho y fue sumando herramientas, conoció a su mujer y tuvo sus hijos. Alrededor de su casa o rancho se levantaban otros, esa parte del barrio no era un barrio era una villa. Costó reconocerlo (suena nostálgico no lo puedo evitar) pero los noventas, años de mi infancia, desaparecieron, los vecinos con la carga que tuvo alguna vez esa palabra también, ya no quedan ni rastros de aquel uno a uno que nos prometieron los políticos y que la generación que los apoyó y los eligió para ocupar cargos en el gobierno se creyeron.
Repito, mi cabeza quería estallar, y a Venus la mande a la concha de su madre. Pantris dice que si te mandan a la concha de tu madre es porque hay un mensaje implícito en el insulto que pide a la otra persona que vuelva a la vagina de su progenitora porque le falta madurar, a demás que ahí se va a sentir mejor porque es el mejor lugar donde uno pudo estar en su vida, otra vez la psicología hace un aporte al imaginario colectivo. Claro que no es la mejor forma de pedirle a alguien que madure.
Después empecé a trabajar con un amigo teatrero, lo ayudaba con un unipersonal que presentó esa temporada “La Mirada de Otelo”, mientras, ensayábamos una intervención para el día de la “Digna Rabia” que se realizaría en Mar del Plata.

lunes, 31 de enero de 2011

En ese entonces participaba de un taller literario en el Centro Cultural América Libre, estudiaba italiano y bailaba tango, Venus me acompañó a dos o tres milongas, yo bailaba hacía poco tiempo, ella ni siquiera, pero igual salíamos a la pista y hacíamos el ridículo, no nos importaba. También había dejado la mensajería y entré a trabajar en una clínica como cadete, comencé terapia, le pedí a Venus que me recomiende un psicólogo, quería experimentar La ciencia del siglo XX. Estaba todo el día a full, al mismo tiempo cursaba una materia en la facultad de filosofía. Pero me di cuenta que me era imposible llevar a cabo tantas actividades por lo que comencé a descartar. Primero dejé italiano que era lo más aburrido.
Empecé a cursar en la facultad, pero mis horarios se cruzaban con los de mi trabajo, solo una materia me coincidía, filosofía en la UNMDP tiene este percance crónico de no contar con más de una banda horaria por materia, así que decidí dejar.
Entonces quise aguantar dos meses mas trabajando y renunciar ya no quería trabajar en la clínica, de esta manera no mancharía mi currículum, ya saben lo que dicen, si trabajaste poco tiempo en un lugar es porque algo anda mal y no sos buen empleado, en cambio al renunciar quedaría una buena relación entre la clínica y yo, sin “manchar” mi curriculum. Pero se anticiparon, recibí un telegrama de despido. Comencé entonces con el asesoramiento legal y el tema de la indemnización, algo muy común al parecer dentro del mercado laboral hoy en día, claro que yo no lo supe a ciencia cierta hasta entonces, y jamás supe tampoco de parte de la clínica por qué me despidieron, el telegrama decía: “Por reestructuración en el personal de la institución prescindiremos de sus servios…” etc. etc., y que pase a cobrar lo que me debían. Quizá mis ideas de organización horizontal representarían una amenaza para su forma de organización piramidal, lo habrán detectado a través de mis propios compañeros y compañeras de trabajo, con los que charlaba sobre transformar el mundo, sobre mis incursiones en terapia, sobre cómo equilibrar la balanza entre trabajador y dueño, o accionistas, porque era una sociedad anónima, y sobre mi desinterés sobre las religiones, no creo que lo hayan percibido a través del sistema de cámaras de vigilancia que habían colocado orgullosamente por seguridad, y supongo que mis ideas fuccoltianas sobre una sociedad de control no coincidían con la nueva medida de seguridad adoptada, en pocas palabras era yo mismo, grave error, si mi idea era continuar trabajando en ese lugar. Allí la idiosincracia del “no te metas”, la de “yo no vi nada”, la de “yo no escuché nada” es la que reina y, si se puede, serrucharle el piso a alguien. Me pareció espeluznante cuando un día, después de ver en varias oficinas una imagen, a veces en cerámica, otras en dibujo, a tres monos uno sobre el otro, cada uno haciendo una seña: uno tapándose los ojos, otro los oídos y el tercero la boca, y mi ingenuidad me llevó a preguntar qué era, de qué se trataba esa especie de tótem, una de mis jefas me explicó: “Acá vos sos ciego, sordo y mudo.”
Al poco tiempo dejé la terapia. Poder sincerarme con migo mismo me hacía bien, si buscara una razón para dejarla no la encontraría, lo que encontraría serían muchas razones para seguir por varios años más. A mi me interesaba experimentar la clínica, estar frente a frente con un profesional de la psiquis y que me respondiera si estaba o no loco, pero que ingenuo, ningún psicólogo respondería a esa cuestión, a lo sumo me hubiese derivado a un psiquiatra para que me medicara y siguiera con una alegre vida psicofarmacológica, como no fue así decidí que mis neurosis podían esperar.
A su vez dejé el Taller Literario. Venus también iba, ella era el motor que me hacía querer ir y disfrutarlo. Lo que había comenzado como un clásico taller de redacción y lectura fue mutando semana a semana hacia una especie de anarquía literaria. Teniendo en cuenta que la anarquía plantea la innesesariedad de autoridades y de gobierno, la indefinibilidad del concepto de literatura y mi apego cada vez mayor a la soledad que planteaba una insipiente melancolía dejé de ir. Prefería encontrarme con Venus en otro lugar, cruzarla por casualidad, que nuestros encuentros fuesen espontáneos. El día que lo decidí me encontré por la noche con “Pantris” y con “Lester” en la loma de Alfonsina Storni a tomar una cerveza, ellos eran dos de los que íbamos al taller, cuando se los comenté intentaron convencerme para que no lo deje, pero la decisión ya estaba tomada, sin embargo me reservé la explicación de mis razones.
Luego dejé de tomar clases de tango y de ir seguido a las milongas. Para ese entonces mi psiquis se ocupaba solo de dos cosas, de Venus y de su nuevo compañero: El Tedio.

viernes, 28 de enero de 2011

Venus está muerta, yo la maté. Fue más sencillo de lo que pensé. Ni siquiera fue premeditado, fue como todo lo que a ella me unió siempre, un impulso que no pude controlar.
Durante el día estuve pensando en ella, como de costumbre, no noté ningún cambio ni en mi forma de pensarla ni en su forma de ser pensada, por la noche miré una película en un canal de cable, esto me despejó, "Deja vu", me gustan las historias que juegan con la manera de pensarnos en el tiempo los hombres y mujeres.
Luego comí un serenito y me acosté, tardé en quedarme dormido, sentía calor.
No puedo ser muy detallista, pero les juro que lo hice, la maté y les juro que fui yo.
Me encontraba sentado mirando el noticiero en un café con la torre Eiffel a mis espaldas. Mientras, las noticias anunciaban la muerte: una joven había caído desde un puente en el río cercano a la Comarca, el pueblo donde se había mudado ella con sus padres hacía poco tiempo. Los investigadores del hecho determinaron que al caer fue arrastrada por la corriente hacia el fondo del río y que allí se enredo con las plantas y raíces que crecen en el lecho hasta que se quedó sin aire. Cuando sacaron el cuerpo del agua estaba hinchado y embarrado. La autopsia reveló que sus pulmones estaban llenos de agua, "terrible final para una joven", se leía en el zócalo del noticiero.
Seguí atento a la información en la TV mientras sorbía mi café. Enfocando a una chica, cambio el zócalo, esta vez decía: "Habla la amiga de la joven ahogada en la Comarca". Una muchacha con lágrimas en los ojos en primer plano contaba que días antes ella, Venus y algunos amigos más, habían ido a conocer los alrededores del pueblo, se habían reunido en la casa de Venus y que cargaron en mochilas termos, galletitas, pan, fiambre y bebidas frías para pasar el día, y que habían cruzado ese mismo puente.
Que tranquilidad pensaba yo, la maté y nadie se dio cuenta, ni la más mínima sospecha, el crimen perfecto, con la coartada perfecta.
Cuando sonó el despertador eran las 8, lo detuve pero a las 8:08 volvió a sonar, me levanté de la cama, fui hasta el baño y lavé mi cara, después fui a la cocina a preparar café y a subir las persianas.

martes, 25 de enero de 2011

Vi una película la semana pasada, "2046, las trampas del amor" se llama, es sobre un escritor, el tipo cuenta sus historias de amor, sabe que las historias de amor no se vuelven a repetir, 2046 es la habitación al lado de la suya, en el hotel donde vive un tiempo. Una de las historias de 2046, vuelve después de un tiempo, pero él no la retoma porque la mujer con la que sucedió la historia quería volver a ese momento, al pasado, al recuerdo, y eso no es posible, mejor dicho, es posible, pero de ese lugar, donde habitan los recuerdos, pocos regresan y él lo sabe, entonces decide no viajar al pasado. Interesante. Para vos Venus sería interesante.

sábado, 22 de enero de 2011

Venus es musa inspiradora, estoy enamorado de ella porque es fuente de energía. Alimento para mis fantasías, genera impulsos que a veces trato de reprimir por cuestiones morales.
Es Venus, como lo fueron las mujeres que inspiraron las Venus paleolítica, como lo fueron las mujeres desnudas de Tysiano, como lo son las gordas para Botero. Ella es una geisha, su cara es redonda como la luna, sus ojos rasgados, nariz y boca pequeña dibujan un rostro con pómulos rosados hermosos en sus mejillas regordetas. Al mismo tiempo es ella la muerte, tan delicada, imperceptible oscuridad esconde, como un astuto demonio con rasgos de mujer, la fem fatal. 
Se comporta inocente, pura, impoluta; yo soy una mosca enredada en su telaraña, mientras mas intento escapar mas me enredo.
Mi moral imbecil y mi conciencia comen una vez más del fruto prohibido, una vez más escuché a la serpiente, una ves más desvieme de la senda, una ves más pago el precio que mi moral imbecil y mi baga conciencia ponen a estar enamorado. Una tarifa justa porque es justo que siga la verdad y la verdad es que elijo enamorarme. Elijo saldar la deuda que genera mi moral imbecil y mi conciencia, pero no cometo injusticia alguna estando enamorado, y mis jueces, moral y conciencia, saben que es así, saben que el amor no entiende de razones, entiende de impulsos, y yo atiendo a mis impulsos y dicho así hasta suena razonable que quien está enamorado haga lo que siente.

miércoles, 19 de enero de 2011

Iba con Venus, cuando de repente advertí unas fallas en ella, algún mal extraño hacía que no pueda seguir a travesando el viento y zigzagueando entre las calles.
_ ¡Cos! ¡Cos!
Comenzó como una tos.
_ ¡Cos! ¡Cos! ¡Cos! ¡Cos!
Perdió fuerza su corazón, se extinguieron sus musicales explosiones.
_ ¡¿Qué pasa?!
Me bajé y la patee.
_Dale mi vida, qué te pasa.
La patee de nuevo.
_Dale, no seas así. Arrancá bonita.
Mi amada seguía desmayada. Quiso el destino que esto nos ocurriera a unas cuadras de casa. La abrasé y la acompañé hasta sus aposentos.
_No te preocupes, hoy descansa y mañana temprano vamos a lo del “Negro Brasil” para que te vea.
La dejé y fui a mi cuarto.
_ El aceite está bien, la batería anda, puede ser mugre en el carburador… espero que sea mugre en el carburador… pero está clavado el motor, capaz que está fundida. No, no, imposible, nunca la maltrato, es mugre en el carburador.
Me invadía la preocupación y la impotencia de no poder hacer algo para aliviar los síntomas de mi doncella.
Esa noche no dormí, me levanté temprano, tomé unos mates, y desarmé los plásticos que recubren su ergonómico y sensual cuerpo.
_ Te saco la ropita y te llevo mi amor, así te revisan más rápido y volvemos a casita enseguida.
La tomé del manubrio y rodamos las seis cuadras hasta lo del mecánico

domingo, 16 de enero de 2011

La conocí cuando estudiaba en la facultad de humanidades y trabajaba de mensajero en forma independiente, había logrado algunos clientes fijos y ganaba dinero para mantener mis vicios de adolescente mayor, me gustaba fumar marihuana y tomar alcohol con frecuencia, salir a toda fiesta o reunión que se presentase.
En uno de mis recorridos diarios por el centro de Mar del Plata pasé por la esquina de 20 de Septiembre y San Martín, frente a plaza Rocha, sobre esa esquina un grupo de personas, alrededor de cuarenta, entre los que reconocí estudiantes de la misma facultad a la que iba yo, se agrupaban y se manifestaban. Entonces mi curiosidad fue más fuerte que mis ganas de trabajar, como siempre, y paré.
Había una mesita donde muchachos parecían recolectar firmas, uno de ellos era amigo de mi hermano, entonces me acerqué para saludarlo y preguntarle qué ocurría. Efectivamente, me contó que estaban recuperando el edificio que se levantaba frente a mí sobre la esquina para hacerlo centro cultural, que pertenecía a una institución nacional pero que se encontraba abandonado y tapiado hacía ya varios años, que es un edificio público y que por tal motivo era propiedad de tod@s. Como los funcionarios anteriores y de entonces no tomaban cartas en el asunto y en casi ningún asunto que no beneficiara sus bolsillos o los de sus "socios políticos" la propuesta me pareció interesante, así que firmé la planilla con gusto; el Chino, este amigo de mi hermano, me invitó a que pasara a conocer el espacio, pero no me atreví, con la excusa de que debía seguir trabajando lo saludé y me fui.
Pasó tiempo de aquel episodio y yo seguía transitando las calles gracias a mi trabajo. Cada vez que pasaba, el edificio presentaba algo nuevo, carteles, colores, anuncios, gente que entraba y salía, yo solo miraba con curiosidad desde la moto.
Un día asistí a una fiesta que suele organizar murga “Los Murguientos” de Villa Primera en plaza Piloto, justamente pegada a la escuela que lleva el mismo nombre, había malabaristas, payasos, gente vendiendo empanadas, tortafritas y pochoclo; murgas de otros barrios y de otras ciudades. En este encuentro fue que conocí a un Rasta que me contó algo acerca de aquel espacio en la esquina de 20 de Septiembre y San Martín, terminamos por compartir algunas reuniones de esas que me gustaba frecuentar. El Rasta hacía malabares y le gustaba enseñar a la gente sus trucos y que la gente aprendiera a realizarlos, me enseño algunos. En un principio me parecía imposible mantener con mis manos tres pelotitas cruzándose en el aire al mismo tiempo y menos cuatro o cinco como le gustaba hacer a él en los semáforos. Charlando y jugando con los malabares me invitó a que pasara y entrara cuando quisiera en el espacio de la esquina frente a plaza Rocha. Me contó que era un centro cultural y que solía frecuentarlo: “se llama América Libre", dijo.
Mi rutina semanal siguió con naturalidad durante varios días. De lunes a viernes me levantaba por la mañana con el ruido de la alarma del celular, desayunaba y salía a trabajar paraba con la moto en el local de un amigo, un service de TV, audio y video ubicado en Moreno e/ 20 de Septiembre y España, que hacía las veces de base para la mensajería o “La Mensa”, como la llamábamos cariñosamente. Al mediodía solía dejar de trabajar para almorzar. Por lo general, y sobre todo el último tiempo de mensajero, frecuentaba "Lo de Lucy" o "La Comilona", una tratoría donde parábamos varios mensajeros y sujetos que trabajábamos en las calles, vendedores, cristaleros, técnicos de alguna empresa de cable, y demás. Solo una o dos veces vi que una mujer se sentara a comer entre los muchachos. Siempre me encontraba con algún colega e intercambiaba algunas palabras y novedades: “¿Tomamos una gaseosa a medias?”, "Viste que subió la nafta...", "Sabías que se accidentó tal...", "No vallas por tal lado que afanan mucho...", así comenzaban las conversaciones, gajes del oficio; mientras comía un plato caliente: "mondongo a la española", "lentejas con chorizo colorado", "pollo con papas a la provenzal", entre otros, y escapaba de las empanadas, las tartas, el fiambre y los sándwich de milanesa por un precio accesible. Después de trabajar iba a la facultad a cursar alguna materia si me tocaba, si no iba a algún cyber a chatear, o a lo de algún amigo o amiga. El fin de semana salía a algún boliche de la calle Alem o Constitución a emborracharme, fliparme y flirtear.
Una tarde que pasé por el “Centro Cultural América Libre” y vi al Rasta que había conocido aquel día en la Piloto jugando con sus pelotitas en la plaza de enfrente. Paré a saludarlo con la intención de que me mostrase el edificio, fue muy predispuesto, cruzamos la calle y entramos atravesando el umbral de puertas blindex, estaban abiertas. Era un espacio amplio. A mi derecha se apilaban sobre estantes y un mostrador muchísimos libros y un cartel tallado en madera colgado anunciaba: "Biblioteca Popular Paulo Freire". “Que interesante tienen biblioteca”, pensé. Hacia arriba se observaba un entrepiso que bordeaba todo el espacio al que había ingresado, sostenido por columnas de metal delgado y resguardado por un barandal.
Fue esa pila de libros lo que mas me llamó la atención y me motivó a seguir conociendo el espacio, tanto así que empecé a pasar cada ves mas seguido por el lugar y me enteré que funcionaba de manera autogestionada, pública y autónoma, y que había alguien que se encargaba de que la pila de libros sea una pila ordenada, que había alguien que se encargaba de que los baños estuviesen limpios, que había gente que donaba materiales de todo tipo y gente que los recibía y los distribuía, y que las dediciones sobre el lugar se tomaban en asamblea decidiendo entre tod@s, sin percibir ningún beneficio mas que el de la tranquilidad y el placer que provoca saber que estás transformando. Había frases pintadas y escritas en volantes y afiches: "Nuestra forma de resistir es creando"; “¿Quién resistirá cuando el arte ataque?", eran las mas evidentes. Confieso que me enamoré de ese lugar, de las personas que conocí en él pero por sobre todas las cosas de Venus.

jueves, 13 de enero de 2011

Del lirio

En una casa en el bosque vive Camilo, un niño bien bonito. Él no conoce el mundo exterior, cree que el universo es solo esa casa en la que vive y el bosque que la rodea.
Cree Camilo que existen los dioses y que ellos son los gobernantes del bosque, cree en los duendes y en las hadas, en el amor y en la guerra.
Cuando quiere salir del bosque hojarozo en el que habita se cruza con los animales más extraños, monos con cabeza de elefantes, arañas con colas de león, murciélagos hermafroditas, langostas voladoras, peses plateados, rojos, fucsias. Maravillado queda con sus animales fantásticos, con tantos colores, con tantas formas.
Le duele el cuello y en su medula espinal los impulsos se acumulan en el costado de una vértebra formando un nudo, de ahí sale este delirio que dice así:
Venus no me deja en paz, me sonríe, me atrapa, me obsesiona, me estrangula.
Que lirio mas hermoso, como pajaritos pichoncitos, pequeñitos, pedacitos de corazones intralunares correteando entre balcones de aguas limonadas con azúcar y cubitos en jarras de cristal. Semillitas de adoquines, perfumados mañaneros entre nubes de algodón, perras lobas, que se engrandan cuando ruge el corazón, que se ensanchan entre nubes de almidón, que se esfuman como humo entre tus labios mazapán, mirando ese lunar que tenés entre la tetas mas hermosas del planeta.
Perras nubes, perras nauseas de quererte, sin tenerte aquí a mi lao, perfumado, enamorado, animado, extasiado, complicado, obsesionado con tus “no”.
Si te sigo recordando voy a terminar limado, piantao, loco loco, maniatao por chalecos de algodón, en un cuarto de almohadón, con los ojos dados vuelta y un cóctel de drogas en la sangre que le diga a mi cerebro que no existís, que me ablande este tumor, este dolor, este nudo en mi espalda que delira sin parar, sin cesar, que fluye como vino, que emborracha duele y llora, que no para de sangrar, de reír ni de gritar.

lunes, 10 de enero de 2011

Libre de amor…

Es posible que esté enamorado de vos y vos de mí aunque no nos conozcamos y sea la primera vez que nos vemos, y que al mismo tiempo me gusten otras chicas. Pero te aseguro que si me dan a elegir estar y querer solo a una te elijo a vos.
Es posible que solo sea el deseo, más fuerte que la razón, y que levante la cabeza dejando mi lectura para verte unos segundos a cada rato.
Es posible que esté matando el tiempo en la biblioteca hasta que sea la hora del examen de gnoseología y que a demás no me anime a levantarme para acercarme a vos y decirte: ¿Qué, que estamos enamorados? Eso ya lo sabemos Venus.

domingo, 9 de enero de 2011

(mujer niña de diamante).

Eres flor que brota en invierno
Fruta madura
Roca hermosa y fuerte
Mujer-Niña de diamante.
Son tus labios
Lo primero que recuerda mi mente,
Borracha mente de cerveza negra,
Con tu risa-sonrisa.
Tu pelo largo…
… no podes estar quieta,
Ni vos en vos, ni vos en mi cabeza.
¡Nena estás en mi cabeza!
Se nota… que se note
Sos musa para mí
Que importa el resto
Hoy estoy de ti, de vos enamorado
Y escribo de nuevo.
Los otros que se caguen,
Los otros que me odien,
Los otros…
Ya pensé en los otros
Hoy quiero pensar en mí
Para pensar en vos
Para pensar en nos.

sábado, 8 de enero de 2011

Putas y re-putas (Sophía)

Siempre lo supiste
Sin necesidad de palabras
Lo notaste a la distancia
Te causó placer, te causó gracia.
Sos egoísta, sos narcisista
Sos hedonista.
No gasto más días
En vos Sophía
Aquí concluyo con mi poesía
Amarga y dulce agonía
Has producido en mí
Putita Sophía, ¡hay! Nunca mía.
¡Siempre lo supiste!
Sos muy astuta
Sabrás que el próximo verso dice:
¡Sos flor de puta!

Camilo.

viernes, 7 de enero de 2011

Breve historia de Venus

Futuro en el presente.
Placer inmoral,
Masturbación,
Piel, dedos, fluidos,
Brotan, se entremezclan.
Luego ansiedad,
Luego obsesión.
Abandono del credo.
Traición ensimismada.
Mentiras piadosas.
Desilusión,
Bruja y hada,
Niña-adulta,
Adultera y pizza
Vino-tango,
Floyd and psico
Droga-sangre
Imaginario y colectivo
Ascensor-mañanero
Choque entre moto y auto,
Fin a la limada
Breve historia de Venus.

jueves, 6 de enero de 2011

Cosquillas hace tu sonrisa,
Niña de los ojos claros,
Se quiebran mis rodillas.
El otro día lloverá
Mañana llovió
Ahora te veo y nada cambió
Siguen esos ojos
Y tus dientes blancos
Clavados en mi mente
Envenenando mi corazón.
No se puede escapar,
Soy escarabajo y tú eres luz.

Camilo.

miércoles, 5 de enero de 2011

Nos encontramos
Los dos dentro en el flash
Y nos fuimos, nos dejamos llevar.
Ella y yo,
Sentía un calor extremo en mi cuerpo
Era soportable, me gustaba sentirlo.
Creamos los dos un mundo perfecto,
Hecho de besos y caricias.
Besos
De todo tipo,
Casi inefables sensaciones de placer,
Que digo casi, enteramente
Inenarrables.
Las caricias
Acompañaban el momento
Éramos líquido,
Cuerpos que se fundían creando un solo ser,
Cual dos gotas de agua que se encuentran.
Ella era la última pieza de un rompecabezas
Desde el primer momento me di cuenta,
Sin Venus, nunca estaría completo.

Camilo.